Lewis Hamilton, siete veces campeón de Fórmula 1, coleccionó una nueva experiencia y reto fuera de las pistas al abordar un jet L-39 Albatros, conocido por ser el avión de entrenamiento a reacción más usado en el mundo y una herramienta clave para la preparación de futuros astronautas. Durante el vuelo lleno de adrenalina, Hamilton experimentó fuerzas G similares a las de un despegue espacial, mostrando la resistencia física que también requiere su disciplina en el automovilismo.
Bajo la instrucción de John Baum, piloto experto y director del Polaris Program Philanthropy, el piloto británico sostuvo maniobras en un jet capaz de alcanzar los 840 km/h. Este vuelo, que duró cerca de una hora, incluyó momentos críticos como un parabólico, recreando condiciones de gravedad cero. Hamilton enfrentó fuerzas de hasta 7,5 G.
«Es algo completamente diferente a la Fórmula 1», manifestó Hamilton, quien explicó cómo las fuerzas G afectan al cuerpo, provocando que la sangre se desplace y que respirar se torne en un esfuerzo considerable. Pese a esto, al piloto se lo notó bastante cómodo con la experiencia y no dejó de sonreír, demostrando que su fortaleza física y mental podría equipararse con la de un astronauta en entrenamiento.
El piloto compartió esta nueva experiencia a través de sus redes sociales, destacando cómo su preparación como piloto de F1 ha sido fundamental para resistir esta prueba extrema. Además, el evento fue documentado en un video por IWC Watches, dejando claro que Hamilton continúa explorando retos más allá del automovilismo, manteniendo su espíritu competitivo y su pasión por lo extremo y la velocidad.
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